lunes, 1 de junio de 2009

Va por ti, amiga, porque te lo mereces...


Hace ya algunos meses, cuando este blog inició su andadura, fruto de una pintoresca ruptura de mi amiga del alma 'Louise' y servidora - digamos que yo podría ser Thelma, jajaja, qué más quisiera que tener la figura de Geena Davis- con otras dos 'amigas' con las que compartíamos un blog privado, me hice el firme propósito de contar sobre mi vida privada lo más estricto, lo que queda a la vista de la gente y se puede contemplar sin rubor alguno, pero nada más.
Cuando te dedicas a una profesión en la que tienes que narrar las peripecias de los demás, al correr de los años, aumentan las precauciones a la hora de contar tus cuitas, penas y alegrías. Si estás mal, la gente mira para otro lado; si por el contrario, das la impresión de que eres feliz, la envidia acecha en cada esquina. Es inevitable, hagas lo que hagas, que las críticas aparezcan, por eso, con los años, las arrugas, las canas y los kilos, llega la sensatez, la precaución y hasta el pudor estético bien entendido a la hora de abrir ciertas puertas.
Pero en esta ocasión, voy a hacer una excepción y voy a contar algo que me ha llenado de felicidad, a mí y a mis amigas de toda la vida. A Marta, Francisca, Marisol y Maite, que junto con Piedad, compartieron conmigo la alegría de ver que nuestra querida Mari Ángeles, cuyo apodo familiar prefiero guardar, va a pasar por el altar con la mejor persona que sin duda alguna ha dado la ciudad de Murcia y sus pedanías, de nombre, Antonio.
Nos conocemos desde hace... uf, una vida... desde los primeros 70, cuando éramos adolescentes de pantalón de pata de elefante, jerseys de Lacoste y zapatos Castellanos, que es lo que por entonces vestían las pijas de ciudad a las que queríamos emular. Ellas venían a veranear todos los años a mi pueblo costero, donde yo las recibía a orillas del mar, en la Granja Rosalía, único punto de reunión de la época en donde confluíamos varias generaciones sin molestarnos los unos a los otros.
¡Cuantas cosas hemos compartido desde entonces, verano a verano!. El final del bachillerato, el acceso a la Universidad, los primeros novios, las primeras bodas, los embarazos, deseados o no; los hijos, las separaciones, los engaños, alguna ausencia dramática... Más de cuatro décadas de amistad que pese a que sólo se podía desarrollar en plenitud en las largas vacaciones escolares, no ha mostrado nunca la más mínima fisura. Porque así es la amistad verdadera.
Así que a la voz de ¡ya!, nos pusimos todas firmes para asistir a la comida de "despedida de soltera" (esta vez sí, esta vez será la definitiva, querida Mari Ángeles), que disfrutamos en el Hogar del Pescador de San Pedro del Pinatar, degustando esos maravillosos menús que prepara como nadie Pepe 'el del Parras'. Allí le entregamos nuestro regalo, una margarita de oro que esperemos que deshoje simbólicamente con el resultado de "sí, me quiere...".

Aquí estamos todas, con la alegría en el cuerpo, tras saborear las excelencias de los vinos de Jumilla, las almejas, el pulpo a la murciana, las cigalitas y el caldero del Mar Menor...


En la mesa de al lado, otra despedida de soltero con componentes de edad considerablemente más baja que la nuestra, deseaban suerte a esta extraña 'novia'.

Una sonrisa para la prensa, por favor...

Café, cava y risas en el puerto deportivo, con la incorporación de Antonio, el novio. Una licencia que nos permitimos...
Francisca y yo ya habíamos perdido la vergüenza a estas alturas. Incluso rompí mi estricta regla de no fotografiarme jamás... la carne es débil.


Caballero de damas bien servido...


Música sesentera en el pub de El Mojón, rodeados de moteros con sus Harleys. El personal todavía está en forma...

Y duran y duran y duran...

Marta y yo seguimos con la coña marinera. Nos conocemos desde hace casi 50 años. Yo crecí a lo alto y últimamente, a lo ancho. Ella, cada día está más rubia, jajaja.
Y como despedida, disculpad si no fui capaz de terminar la noche en el Pipurrax con vosotras. El líquido ingerido antes de las 9 de la noche me produjo un dolor de cabeza tan fuerte y martilleante que me dejó k.o. en el sofá. Es que vosotras estáis muy jóvenes, puñeteras, pero a mí ya me pesan hasta los pensamientos.
Y que nos quiten lo 'bailao'. Un beso a todas y hasta pronto... aunque ya no exista la Granja Rosalía.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

GRACIAS, AMIGA:
Gracias por quererme y estar ahí, gracias por contribuir con tu cariño y dando lo mejor de tí a que este "grupo" se mantenga a pesar de los abatares y volteretas que nos da la vida, siempre unidas.
Un beso: Antonio y Mª Ángeles

Aila dijo...

FELICIDADES A LOS "SOLTEROS" AUNQUE NO LOS CONOZCA PERSONALMENTE PERO SIN SON AMIGOS DEL ALMA DE MI " THELMA " ESTOY SEGURA QUE SOIS UNAS EXCELENTES y ENVIDIABLES PERSONAS Y OS MERECEIS TODO LO BUENO QUE OS PUEDA PASAR.
UN BESO A LOS DOS.

Cabopá dijo...

Qué te pesan hasta los pensamientos..? Menos mal, eso es porque piensas, afortunadamente. Muy bonico el relato de vuestra fiesta..Bueno y ya te tengo fichá...Así si te veo por la urbe te pararé...Besicos.

Cyd Charisse dijo...

Gracias, cabopá. Bueno,también me puedes ver en la tele, los jueves, a las 10 menos cuarto de la mañana en la 7 Región de Murcia. Soy yo, lo juro por mi santa madre, jajaja.
La verdad es que estoy muy descuidada físicamente, habrá que ponerse en forma pronto porque esto es horrible, verse así,hecha una yaya...

Cyd Charisse dijo...

Lo son Aila, tan excelentes personas y tan buenos amigos como tú, que no es poco, después de lo que hemos pasado...

Aila dijo...

Por cierto...en las fotos estas guapísima, así es que de descuidada nada de nada.
No nos volvamos locas, ya tenemos una edad y estamos muy bien para ella.
Ni queremos tener 20 años ni aparentarlos, esos desquicies los dejamos para otras y otros.

Cyd Charisse dijo...

Gracias, reina, me ves con buenos ojos, pero una es consciente de sus limitaciones, sobre todo después de ver a mis compis más delgadas que cuando éramos adolescentes. Qué angustia, por Dios, jajaja.

Aila dijo...

Nenaaaaaaaaaaa t'has ido a Madrid de puente ?

Cyd Charisse dijo...

En efecto, volví anoche. Luego haré entrada con todas mis visitas. Besos.