He aquí un tango cuya letra tiene más razón que un santo. En este mundo de miserias, en todos los sentidos, sólo hacemos caso al que tiene... dinero, belleza, poder. Tanto tienes, tanto vales y si no tienes, mejor que te largues.
Triste conclusión después de tantos siglos de 'civilización'. Ahí os dejo con el tango, para reflexionar mejor sobre el tango de la vida.
Año 1986, Festival de Jazz de San Javier. Solomon Burke, sentado sobre el 'trono' que le había conseguido la organización con no pocos sacrificios, ofrecía su concierto rodeado de arrobados fans que se hinchaban a hacerle fotos y a colocarle el móvil cerca para que sus amigos ausentes pudieran escucharlo "en vivo y en directo". En un determinado momento, cogió uno de los teléfonos y preguntó: "¿Cómo se llama la chica". 
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