domingo, 17 de marzo de 2013

Habemus Papam y el fantasma del Vaticano




Esta semana de nuevo hemos vivido tal vorágine informativa que una vez más y ya van, uf la tira, llegamos al domingo con la sensación de que lo que ocurrió el lunes es una historia tan antigua como la llegada de los cartagineses a España.
¿Qué destacamos como la noticia del siglo…, de la semana pasada? ¿la remontada del Barça en la champion? ¿el desgarro de una madre asaltando el coche de la guardia civil donde se llevan a sus hijos camino de México ante el rostro impasible del padre? ¿los desahucios paralizados? ¿los yayoflautas reclamando el dinero estafado por los bancos?... ¿Bárrrrrcenas….?
Suma y sigue y paramos porque la noticia de la semana, por encima de todas, es la de la elección del Papa. Entre chascarrillos de fumatas, cánticos de invocación al Espíritu Santo y quinielas sobre los papables, que como siempre, fallan estrepitosamente, nos encontramos con un nuevo papa que elige un nombre tan popular entre nosotros como es Francisco y de nuevo nos lanzamos al chiste fácil con lo de los hombres de Paco, apodo español popular como pocos, que en las nuevas generaciones ya no se usa. Los niños de hoy en día no consentirían jamás que los llamaran Paquito, ellos ahora quieren ser Fran. Y pensar que Paco Rabanne lo ha hecho popular en medio mundo…
El nuevo papa es argentino, pero no tiene sangre española; en el Cono Sur a los descendientes de italianos los llaman tanos, en contraposición con lo de 'gayyyyego' que es como despectivamente nos denominan a los españoles. El cardenal Bergoglio tiene apellido italiano, sí, pero nombre de culebrón, Jorge Mario para más señas, y es hincha del San Lorenzo, un club de fútbol argentino que lleva los mismos colores que el Barça del que también es rendido admirador el actor Viggo Mortensen. Además, es jesuita y enemigo declarado de Cristina Fernández, presidenta de Argentina, que ella sí es 'gayyyyega' por parte de padre y como no, ya lo han salpicado por su tibieza con la dictadura de Videla y su intransigencia con el matrimonio gay y el aborto, que ya son ganas de rizar el rizo, que todos sabemos cuál es la postura de la iglesia católica ante estos temas…
El júbilo de los países católicos con la sucesión del papa no se vive con la misma euforia en aquellos otros donde la religión mayoritaria es la protestante y sus variantes. En el Reino Unido todavía hay quien califica a España como un país ‘papista’, adjetivo despectivo para quien se considera por encima del bien y del mal. En los países europeos que todavía se pueden considerar papistas la fe y sobre todo la práctica de la religión, están prácticamente en desuso entre los bautizados, con excepción de aquellos que pertenecen a ciertos movimientos de la iglesia que constituyen la reserva espiritual del catolicismo en medio mundo.
El papa Francisco llega de Sudamérica, continente donde la fe católica sigue tan potente como siempre. Aunque los santos de origen americano son muy pocos en comparación con los europeos, la fe sigue moviendo montañas espirituales y no sería demasiado disparatado que hubiera una sucursal del Vaticano en un país tan creyente como Brasil, por ejemplo.
Al fin y al cabo, hay construida una réplica a tamaño natural en África, pero aún más grande, vamos, que es 20 metros más alta pero eso sí, está totalmente vacía, ni un solo peregrino viaja hasta allí para ver la fumata blanca. Los disparates no entienden de fe ni tienen ideología. 

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