Finales del mes de junio, comienzo del Festival de Jazz de San Javier, ergo, la temporada veraniega ya está aquí. Esto es un adelanto, luego añadiré otros eventos. Es que estoy atacá con el curro pendiente.Feliz día de San Pedro.

Cartel de 'completo' en la playa del Pescador de Santiago de la Ribera en la noche de San Juan. No cabía ni un alfiler en la arena y en el paseo; los chiringuitos estaban a tope y las barras de los pubs no daban abasto a servir tanta copa y copichuela para un público sediento en todos los sentidos, de 'agua' y emociones.
También obtuvo un gran éxito la iniciativa de los propietarios de los pubs y restaurantes de San Javier que montaron una barra en la plaza del Ayuntamiento ofertando cerveza, tapa y café por el módico precio de dos euros. Fue tal la demanda que hubo que reponer las más de mil tapas preparadas a primera hora de la noche.
La cara 'b' del asunto fue la romería que se produjo en la madrugada a las urgencias del hospital Los Arcos. Además de intoxicaciones etílicas, más de uno y más de dos fue asistido de quemaduras en las piernas ya que con los vapores alcohólicos tuvieron la peregrina idea de saltar sobre las hogueras y así terminaron, haciendo oposiciones para convertirse en el nuevo San Lorenzo, patrón de las barbacoas.
En definitiva, una noche completa. Ahora, a reponer fuerzas.

El Caixaforum, uno de mis lugares favoritos. Antigua fábrica de electricidad remozada cuyo jardín vertical sigue llamando la atención de miles de visitantes. Allí se exhiben valiosísimas piezas del arte islámico pertenecientes de la colección privada de Karim Aga Khan, el líder de los ismaelitas, que pronto inaugurará un museo en Toronto, Canadá, país de indudable 'huella' islámica, como todo el mundo sabe. Claro, su mujer es canadiense y aspira a que el museo lo visiten sus compatriotas y los yanquis vecinos.
Colas en la puerta de Goya del Museo del Prado para ver la exposición de Sorolla, que se muestra en la ampliación del museo. Pese al gentío que cada cuarto de hora entra en la exposicion, con un poco de paciencia se puede ver toda en poco más de una hora. En un exhaustivo recorrido, pasamos de los cuadros de denuncia de su primera época -estremecedores algunos, como '¡Y aún dicen que el pescado es caro!', 'El tren' o 'Trata de blancas'- a sus maravillosas vistas mediterráneas y acabamos en los paneles sobre España que realizó para la Hispanic Society de Nueva York. Casi todas las regiones están representadas, excepto Murcia. Lo más cercano, el palmeral de Elche.
En el Museo Thyssen, el Matisse menos conocido atrae a visitantes de todas las edades e idiomas. Una preciosidad, sí, pero cinco euros me parecieron demasiados... La tienda de regalos, a tope.
En El Retiro, a falta de playa, vaya, vaya, el personal pasea en barquita. Yo iba hacia la Feria del Libro, pero me quedé sin batería y por eso no hay imagen.
Antonio de Felipe inaugura una exposición divertidísima sobre el mundo del deporte. Lugar: Casa de Vacas del Retiro. Además, es gratis.
Llega la hora de comer y nos damos un paseito por el barrio de las Letras. En la calle Huertas subimos su empinada cuesta para hacer gana...
La calle está plagada de locales de todo tipo y condición. Esta fachada es de las más espectaculares.
Recuerdo para León Felipe que data de 1985, la época de don Enrique. Madrid todavía vive de la fama de aquella época, mal que le pese a algunos.
¿Te apetece un vermut casero...?
Un rinconcito para el jazz con este mítico nombre.
En el Teatro Español estrenan 'Muerte de un viajante' y yo me quedo con las ganas de verlo. Otra vez será, cachis la...
Villa Rosa, en la plaza Santa Ana, un mítico lugar con una vistosa fachada de azulejos en el que el travestí Miguel Bosé imitaba a Marisa Paredes en 'Tacones lejanos'. Arriba, la Casa de Guadalajara.
Vista de la plaza Santa Ana desde la cervecería Alemana. Un excelente alto en el camino.
La cervecería conserva su viejo aire de siempre, y que no cambie...
De vuelta al Paseo del Prado, comprobamos que museos los hay de todos los estilos... y es que imaginación no nos falta a los españoles...
En el Museo del Jamón probamos el ídem con melón... plastificado. ¡Dios mío, que nací cerca de Torre Pacheco! ¿cómo osan engañarme así...?.
Ya estoy de vuelta. Como media Región de Murcia, aproveché el puente del día de la ídem y de las elecciones y me fui fuera, eso sí, voté por correo, que conste, que no están los tiempos para regalar ni un solo voto. Ya contaré más adelante lo que hice y sobre todo, las exposiciones que vi.
Así que a la voz de ¡ya!, nos pusimos todas firmes para asistir a la comida de "despedida de soltera" (esta vez sí, esta vez será la definitiva, querida Mari Ángeles), que disfrutamos en el Hogar del Pescador de San Pedro del Pinatar, degustando esos maravillosos menús que prepara como nadie Pepe 'el del Parras'. Allí le entregamos nuestro regalo, una margarita de oro que esperemos que deshoje simbólicamente con el resultado de "sí, me quiere...".
Aquí estamos todas, con la alegría en el cuerpo, tras saborear las excelencias de los vinos de Jumilla, las almejas, el pulpo a la murciana, las cigalitas y el caldero del Mar Menor...
En la mesa de al lado, otra despedida de soltero con componentes de edad considerablemente más baja que la nuestra, deseaban suerte a esta extraña 'novia'.
Una sonrisa para la prensa, por favor...
Café, cava y risas en el puerto deportivo, con la incorporación de Antonio, el novio. Una licencia que nos permitimos...
Francisca y yo ya habíamos perdido la vergüenza a estas alturas. Incluso rompí mi estricta regla de no fotografiarme jamás... la carne es débil.

Y duran y duran y duran...
Marta y yo seguimos con la coña marinera. Nos conocemos desde hace casi 50 años. Yo crecí a lo alto y últimamente, a lo ancho. Ella, cada día está más rubia, jajaja.