Esta semana
de nuevo hemos vivido tal vorágine informativa que una vez más y ya van, uf la
tira, llegamos al domingo con la sensación de que lo que ocurrió el lunes es
una historia tan antigua como la llegada de los cartagineses a España.
¿Qué
destacamos como la noticia del siglo…, de la semana pasada? ¿la remontada del
Barça en la champion? ¿el desgarro de una madre asaltando el coche de la
guardia civil donde se llevan a sus hijos camino de México ante el rostro
impasible del padre? ¿los desahucios paralizados? ¿los yayoflautas reclamando
el dinero estafado por los bancos?... ¿Bárrrrrcenas….?
Suma y sigue
y paramos porque la noticia de la semana, por encima de todas, es la de la
elección del Papa. Entre chascarrillos de fumatas, cánticos de invocación al Espíritu
Santo y quinielas sobre los papables, que como siempre, fallan
estrepitosamente, nos encontramos con un nuevo papa que elige un nombre tan
popular entre nosotros como es Francisco y de nuevo nos lanzamos al chiste
fácil con lo de los hombres de Paco, apodo español popular como pocos, que en
las nuevas generaciones ya no se usa. Los niños de hoy en día no consentirían
jamás que los llamaran Paquito, ellos ahora quieren ser Fran. Y pensar que Paco
Rabanne lo ha hecho popular en medio mundo…
El nuevo papa
es argentino, pero no tiene sangre española; en el Cono Sur a los descendientes
de italianos los llaman tanos, en contraposición con lo de 'gayyyyego' que es como
despectivamente nos denominan a los españoles. El cardenal Bergoglio tiene
apellido italiano, sí, pero nombre de culebrón, Jorge Mario para más señas, y
es hincha del San Lorenzo, un club de fútbol argentino que lleva los mismos
colores que el Barça del que también es rendido admirador el actor Viggo
Mortensen. Además, es jesuita y enemigo declarado de Cristina Fernández,
presidenta de Argentina, que ella sí es 'gayyyyega' por parte de padre y como no, ya
lo han salpicado por su tibieza con la dictadura de Videla y su intransigencia
con el matrimonio gay y el aborto, que ya son ganas de rizar el rizo, que todos
sabemos cuál es la postura de la iglesia católica ante estos temas…
El júbilo de
los países católicos con la sucesión del papa no se vive con la misma euforia
en aquellos otros donde la religión mayoritaria es la protestante y sus
variantes. En el Reino Unido todavía hay quien califica a España como un país
‘papista’, adjetivo despectivo para quien se considera por encima del bien y
del mal. En los países europeos que todavía se pueden considerar papistas la fe
y sobre todo la práctica de la religión, están prácticamente en desuso entre
los bautizados, con excepción de aquellos que pertenecen a ciertos movimientos
de la iglesia que constituyen la reserva espiritual del catolicismo en medio
mundo.
El papa
Francisco llega de Sudamérica, continente donde la fe católica sigue tan
potente como siempre. Aunque los santos de origen americano son muy pocos en
comparación con los europeos, la fe sigue moviendo montañas espirituales y no
sería demasiado disparatado que hubiera una sucursal del Vaticano en un país
tan creyente como Brasil, por ejemplo.
Al fin y al
cabo, hay construida una réplica a tamaño natural en África, pero aún más
grande, vamos, que es 20 metros más alta pero eso sí, está totalmente vacía, ni
un solo peregrino viaja hasta allí para ver la fumata blanca. Los disparates no
entienden de fe ni tienen ideología.
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