Esta mañana, con un frío polar y una luz tan intensa que provoca que las fotos salgan medio quemadas, ha tenido lugar el acto de 'vuelta a casa' de unos caballitos de mar que se han reproducido en cautividad. Han empezado con diez, a los que se les ha preparado un pequeño rinconcito en una red, en la 'piscina' del club náutico y poco a poco se irán agregando hasta cien ejemplares de este precioso animalito que los niños marmenorenses antes de las 'regeneraciones' de las playas, cogíamos por docenas para pintarlos y pincharlos con un alfiler sobre un mural u otras cosas peores.
La invasión salvaje de medusas e 'hipopótamos' humanos -que no hipocampos- ha estado a punto de hacerlos desaparecer, pero como afortunadamente esto de la ecología y el medio ambiente está de moda, gracias a organizaciones y administraciones varias y alguna empresa privada, se ha llevado adelante este programa que espero sea un rotundo éxito.
Como supongo que mañana lo veréis en todos los periódicos, con sus declaraciones y detalles técnicos, yo me limito a colgar estas dos fotos. Espero que os gusten.
Besos mil en la fría madrugada.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
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9 comentarios:
que bonito... me encantan los caballitos de mar. Recuerdo haber leido que es quizas el unico ser en el que es el macho que da a luz... esperemos que sea un exito si :-)
Ojalá esté siempre en nuestro Mar Menor y no sólo sea por navidad....
Acciones como esta son las que deberían abundar......
Buenas foticos Cyd...BESICOS.
Yo he tenido durante toda mi infancia un caballito de mar colgado de la lámpara de mi dormitorio, así que para mí es un símbolo de la infancia, de la felicidad, de mi padre, a quien le gustaban mucho, de los sueños tranquilos. Si se recuperan, qué alegría.
Yo también recuerdo los caballitos de mar que los niños de aquí cogíamos por sacos. Luego los pintábamos y los colgábamos con un alfiler. ¡Había tantos!.
En total van a echar unos 100 y les harán un seguimiento para ver cómo se aclimatan.
Los caballitos de mar que yo recuerdo, son los del tiovivo de la feria de septiembre. Me encantaba subirme a ellos cuando mi padre me llevaba de pequeña.
Pero más que los caballitos del tiovivo, me gusta la sensibilidad y ternura que se percibe en tu blog. Enhorabuena
Perdonad, se me olvidaba dar la cara. Buenas noches.
Buenas noches, Loretta y bienvenida a ésta tu casa.
A mi tambien me recuerda a mi infancia.
Yo los llevaba colgados del cuello como un collar.
Ojalá lo consigan y volvamos a tenerlos por centenas en nuestras palayas marmeronenses.
Yo también tengo un caballito de mar colgando del cuello... de plata. Es una de mis 'joyas' favoritas.
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